lunes, 16 de abril de 2012
NUESTRO SINDICATO YA ES UNA REALIDAD
NUESTRO SINDICATO YA ES UNA REALIDAD
El hombre es un ser social de por sí, ya que habita en un entorno donde no está solo, sino donde se relaciona con otras personas, cada una de ellas con costumbres, intereses e ideas propias. Por ello, el ser humano debe organizar la convivencia con los demás, a fin de que se dé un ambiente de respeto.
El hombre como ser social, está destinado a convivir en grupo; por lo tanto, requiere de otros individuos y siente satisfacción al relacionarse con ellos. Además, es al interior de la sociedad donde la persona encuentra su espacio para desarrollar mejor todas sus habilidades.
El hombre posee dos dimensiones fundamentales de su ser específico: su limitación connatural y una capacidad prácticamente ilimitada de aspiraciones; siendo un ser imperfecto, el hombre es perfectible; siendo un ser limitado, aspira hacia lo eterno; siendo un ser mortal, vive de la eternidad; y se siente trascender los límites del tiempo.
Pero, como el hombre no es un todo cerrado, aislado en sí mismo, que puede realizarse íntegramente en una existencia individual, que puede por sí solo alcanzar sus infinitas aspiraciones, debe vivir por naturaleza, por carácter inherente, en comunidad, formar grupos con otros hombres, para que le posibiliten alcanzar su meta y así cumplir su proyecto de vida satisfactoriamente.
Esta tendencia del hombre de ser gregario es la que lo lleva a vivir ORGANIZADAMENTE. Es pues, una necesidad connatural y genética.
Desde temprana edad, una de las necesidades más básicas de los seres humanos, es poder contar con alguien para realizar cualquier labor; jugar, conversar, trabajar, viajar, no es lo mismo si lo hacemos solos que con un amigo o un grupo de éstos.
En la parte laboral, la necesidad de agruparse en sindicatos ha surgido por la idea de que solamente uniendo esfuerzos se pueden conseguir mejores condiciones de trabajo y el trato será mucho mejor, entendiendo esto como la búsqueda de mejores salarios, horas, condiciones laborales y prestaciones.
Esto nos conduce a señalar que nadie puede trabajar con calidad si las condiciones en las que lo hacen le son adversas e incluso hostiles; por lo resulta imperativo mandato que nos organicemos mediante una agremiación sindical porque el hombre (entendida como una comunidad) comprendió que era mas poderoso si actuaba organizadamente y no individualmente; así lo hizo el hombre desde sus inicios, cuando cazaba, construía, conquistaba…
Hoy por hoy el trabajador judicial vive retos, permanentes y constantes; por un lado como ya lo señalara el gran procesalista latinoamericano Eduardo Juan Couture[1] :
“Estudia: El derecho se transforma constantemente. Si no sigues sus pasos, serás cada día un poco menos abogado”.
Pero cabe preguntarnos: ¿Hoy en día;, estamos en la real capacidad de elevar nuestro nivel académico, sin sacrificar a nuestras familias, sin laborar ad-honorem los feriados y fines de semana?
La respuesta lo sabemos cada uno de nosotros; y, principalmente nuestras máximas autoridades.
Preguntándome nuevamente en voz alta digo: ¿Estamos en la capacidad de dar una vida decorosa a nuestras familias sin sacrificarlas a ellas mismas?
Pues claro que no; hasta el hartazgo se nos dice (incluyendo al personal nuevo cuando ingresa) “Para trabajar en el Poder Judicial hay que tener vocación y desprendimiento” pretendiendo con ello quitarnos nuestra dignidad de tener un trabajo no esclavizante.
Mucho se exige al trabajador judicial, al punto tal que se cometen atropellos o abusos por la consabida carga procesal.
Quien no ha escuchado a su Magistrado decir:
¡¡Si no quieres que informe a Odecma tienes que venir los sábados y domingos¡¡ ¡¡Tienes que quedarte hasta tarde!!
¿Acaso nuestro Magistrados, que día a día administran justicia, se han olvidado el principio constitucional [2] que todo trabajo debe ser remunerado?.
Y nos hemos habituado tanto a ello que en la practica venir a trabajar los fines de semana ya es normal; al punto tal que para el personal de seguridad le parece raro que algún fin de semana no hallamos ido a laborar.
Hoy ya tenemos un Sindicato en nuestra Corte de Justicia: SINDICATO UNITARIO DE TRABAJADORES DEL PODER JUDICIAL – LIMA SUR.
Ya no hay excusas.
Hay grandes cosas por hacer.
Muchas cosas por hacer.
Pero tenemos que hacerlos juntos. Tú, si tú que lees estas líneas; y tú también, no te hagas el disimulado; es hora de actuar.
Como lo diría el gran filósofo y político Vladímir Ilich Uliánov Lenin:
“Si no eres parte de la solución, entonces eres parte del problema: ¡Actúa..!"
Villa María del Triunfo; 10 de Abril del 2012.
¡¡Viva el SUTRAPOJ - LIMA SUR¡¡
¡¡Viva los trabajadores judiciales de la CSJ de LIMA SUR¡¡
[1] 1904-1956 - Uruguay
[2] Art. 23 parte in fine.
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